lunes, 27 de septiembre de 2010

EL PIANO SIN TECLAS

EL PIANO SIN TECLAS.
No cabe dudas que éste
es un mundo material.
Que los Jardines colgantes, si fueron,
al olvido ciego de tercos cerebros,
seguro cayeron. No están y no están.
Eran puro sueño.
Este es un mundo concreto,
de una dureza arbitral:
a cada uno le pesa
conforme con su destino.
Lo costoso es resistir el cuerpo, los límites y los otros.
Los ramilletes de seres que pujan y se mueven.
Es un mundo concreto pero a la vez cinético.
Las moléculas van y vienen como locas
y los átomos que pretenden tener las mismas cosas,
y piensan, y quieren,
y provocan el caos que te odia y te muerde.
Eso, si no decretan tu destino, tu camino, tu muerte.
Solo es por algo concreto
que a caminar se aprende,
y a hablar y a besar...
El pan, la leche, el agua, el sillón y la cama.
La oferta y la demanda.
Y el poder.
Con el cual el hombre tiene y manda.
¡Ah! Y el menor esfuerzo: Nada de leyes santas,
ni normas restrictivas, ni consecuencias vanas.
Adiós al Dios y al orden; al amor y a las almas.
Yo tengo que adaptarme a vivir en concreto.
Andar siempre a favor, pero penacho al viento,
como decía aquel inolvidable viejo.
Por eso -creo- que sufro encerrado y enfermo.
Castigado. Vaya a saber por qué sabios nuevos.
Me siento vacío, sin luz y sin techo;
con el alma seca y los huesos cáscara.
Cáscaras de huevos de gallinas viejas.
Gastado, sin ganas, sin penacho, nada.
A veces me estrujo como un trapo viejo,
y lloro por nada,
y no siento nada,
y ya no soy nada: Iluso converso.
Si suenan canciones, las viejas canciones;
si leo palabras con lógica obvia;
si miro los cielos, el mar y la tierra,
entonces percibo sonar por adentro
la forma y el ritmo. La cadencia aquélla
que un día me hiciera gozar la belleza,
la idea, la mística, la luz, la armonía,
lo abstracto del tono, la música plena
que suena en mis entrañas, sin nada concreto.
Y así me convierto en piano sin teclas,
que suena muy hondo en mis sentimientos
con lágrimas de oro, de amor, de novelas,
como si las cuerdas cantaran las letras
así, sin golpearlas, cual piano sin teclas.
MAV. 23-10-2009.