jueves, 16 de junio de 2011

TIBURONES

TIBURONES



No me lleves a ver los tiburones.
Me cuajan la sangre esos dientes dobles.
Con ellos el mar se transforma en hombres.

No me expliques cuáles son los que te atacan,
si algunos son blancos o azules, con rayas,
porque todo eso, enciende mis ansias.

Pienso en tiburones y siento en las piernas
un roce muy frio de hambre y espada
como de ladrones que asaltan con armas.

Prefiero ver aves, que vuelen y canten,
que revoloteen lejos de mi carne.
Y al fondo del mar arena brillante.

Si todos los hombres sintieran iguales,
se zambullirían a limpiar los mares
de esas singulares bestias aberrantes.

Monstruosos carnívoros, que huelen a sangre,
a sangre podrida que no tiene nombre.
Se comen entre ellos.¿Y son admirables?

O acaso somos tibios amigos del diablo,
y sin darnos cuenta vamos a admirarlo?
No me lleves, pues, a ver sus resabios.

Miguel Angel Vergara 5-6-2011.

martes, 14 de junio de 2011

LA ALMOHADA

LA ALMOHADA


Señor, mantiéneme vivo. Verme muerto va a ser peor.
Le dije solo a mi almohada, vieja, loca, enamorada.
Se lo digo muy bajito y -de paso- lo medito:
¿Estoy enfermo o maldito? ¿Soy un curso de ilusión?
Vivo, sigo. Aunque muy caras me salieron las andadas
de chico, muchacho y loco. Loco un poco, no soy nada.
Toco que aspiro a estar loco y por más que lo soñara,
ahora no toco nada. No soy palabra mayor.
Orgulloso, no me enroco. Siempre pierdo la jugada.
Nunca pude tocar nada a lo grande, superior.
Ni la fortuna de rico, que no es nada complicada,
si uno sabe usar las cartas, aceptando la jugada,
aunque alguien muy querido, se pasme y quede en la nada.
Por eso pido estar vivo; para ver si me redimo,
y toco todo a lo loco hasta llegar a campeón.
¡Pero alerta! Con la almohada y la pistola en la mano.
Porque si otra vez resbalo, pongo la almohada en la sien
y seguro me destaco. Aunque pienso y lo medito:
¿Estoy enfermo o maldito? Después de todo algo es algo.
No cualquiera está maldito y quiere seguir viviendo
y cruzar el Rubicón, con la almohada como escudo,
blandiendo solo un crayón, al modo de Julio César
y al estilo Napoleón. Para quedar en la historia
sano, bravo, hermoso y rudo, abrazando un almohadón.

Miguel Angel Vergara 7-6-2011.

martes, 17 de mayo de 2011

LA NUBE ROJA

LA NUBE ROJA


Anoche mientras dormía me despertó una luz clara,
que iluminaba la casa y al parecer la campaña.
Me levanté sigiloso a mirar por la ventana.
El cielo estaba amarillo y una nube roja andaba.

La nube lanzaba gotas muy pequeñas y alargadas,
a las que puse mi mano, pero ellas nada mojaban.
Me dirigí hacia la nube preguntándole en voz alta:
¿Qué te pasa nubecita que pareces muy cansada?

Veo que por más que remas, apenas surcas el cielo,
¿O acaso no estoy despierto y todo esto es un sueño?
No -me dijo- no es un sueño. Es mi forma de lamento.
Pasé sobre hombres en guerra y no pude detenerlos.

Los hombres desesperados se mataban entre ellos,
y por más que lo intentaba con vientos, con agua y hielo,
a ninguno lo atajaba, en procura de su intento
de matarse y destrozar tantas obras que habían hecho.

Llegué a inundarles la zona, pero era peor todavía,
y el agua que yo cargaba, de pronto se me perdía,
de modo que ya no daba para mantenerme viva,
al punto que mi color, con la sangre se teñía.

Pero al disminuirme yo, el sol mostró su energía
y con sus rayos de fuego cansó a los hombres con vida ,
que se sentaron a hablar y a discutir la partida,
con las razones y el don de debatir sus estimas.

La nubecita siguió y volvió fortalecida,
mas sin cambiar su color, que al cielo le daba vida.
Mojó a los hombres con paz, con música y alegría,
y cuando pasó de vuelta, me regaló esta poesía.

Miguel Angel Vergara 13-5-2011

lunes, 16 de mayo de 2011

EL ORIGEN

EL ORIGEN


Como la razón ha muerto, y ya no sustenta las acciones,
quisiera eliminar mis pensamientos y enmascarar mis hechos.
Convertir la realidad en sombras que pudiera ser o no ser,
aunque haya provenido de mí, sano y despierto
o de mi inconsciente nefasto mientras duermo.
Dejar lo hecho encerrado en un sector aparte del cerebro,
o en un jardín del fondo de la mente; como enfermos
dispuestos a curarse y ver lo cierto, la realidad más pura y evidente.
Entonces pedir a Dios nueva razón, nuevo cerebro, o instrumento,
que nos permita presentarnos al mundo, comprendiendo
todo y por qué lo absurdo de este tiempo.
Ir al principio, al origen, guiado por una luz universal y plena,
que ilumine la materia y la forma, lo abstracto y lo concreto,
lo esquivo y lo directo; la razón del bien y el mal,
de lo sano y lo enfermo, el amor y el odio, y todo aquello
tan contradictorio y confuso que nos lleva el tiempo breve de la vida,
sin lograr, pese ardoroso empeño, vivir la plenitud de la alegría.
Entonces, armado así, con grandiosos elementos,
arremeter con ellos hasta que no queden llantos ni misterios,
sino sólo gusto a miel, amor y llama fresca, abrigos suaves,
quietud, montañas y mares; juegos y trabajos divertidos,
cargados de salud, de cuerpos y almas, sin tiempos que cumplir,
vivir la calma de la serenidad eterna; sin siquiera saber que existe el miedo,
ni el dolor, ni pesares, ni lo feo.
Sé que es mucho Señor lo que aquí aspiro,
mas si decides analizar y juzgar tamaño ensueño,
te ruego, por piedad, que no te olvides
que Tú me diste la razón y los sentidos.



Miguel Angel Vergara, 7-5-2011.

viernes, 29 de abril de 2011

LLAMADO

LLAMADO


Llamo, llamo, llamo, sin respuesta alguna.
No hay nadie que atienda, ni mujer, ni hijos,
ni aparatos, timbres, ni amigos, ni nada.
Ni buenos vecinos, ni el perro, ni el santo,
ni el soplo del viento. Ya todos se han ido.

Ven por Dios Mamá. Tú enseguida estabas.
Yo decía ¡Madre! Y Tú me salvabas.
Y ahora me duele mucho más que antes;
Me duele de adentro, me duele en el alma.
Quiero tu regazo, llorar en tu falda,
hasta que se vaya de una vez la mala.
Nadie a quien le diga me entiende y me calma.
Todos se apresuran a contar su historia,
y la de Josefa, de Raquel, de Antonio;
como si sus suertes fueran testimonios
que curan o matan ¡Cosas del demonio!

Perdóname Madre si oiste mis gritos.
Voy a colgar el cuadro que a Tí te gustaba
y a escribir un poema o algunas palabras,
aunque sean tristes o locos caprichos,
que me hacen sentir tu voz y tu calma.

Miguel Angel Vergara -18-4-2011

jueves, 28 de abril de 2011

CANTO SANDIO

CANTO SANDIO


Deja ya de buscar bellas palabras;
de hacer un canto con tus versos vanos,
llenos de amor, de turbación y magia,
de tu mutante corazón aciago.
¡Qué estupidez elucubrar que es eso
lo que perdura en estos tiempos locos,
que si pasa la retina de unos pocos
se hundirá en el mundo de los necios!
Deja eso, vamos ya, busca tu amante
que te escucha y anima a cuerpo abierto,
súdale tus sentimientos en los pechos
que darán de mamar a su hijo extraño.

No digo nada nuevo. Los Romanos
vaciaban sus tensiones en Pompeya,
y Nefertitis, Helena y Afrodita...
y otras famosas que cantan los poetas,
hicieron gran honor a la entrepierna.
Después vé y comprate un castillo,
que tenga veinte mil habitaciones,
con jardines, mujeres y piscinas,
custodios, jardineros y ladrones.
¡Ah! No te olvides de las ruedas:


un parque cubierto de automóviles.
Si puedes maniobrar con tus “negocios”,
sigue con yates, aviones y helicópteros;
kilómetros de hectáreas cultivadas
y sedas japonesas en tus camas.
Todo electrónico, ventanas y portones.
Aunque la luna iluminándote las canas
te haga sentir el gasto de tus goces.

No le hagas caso al tiempo, que no pasa,
ni a los dolores de los huesos y del alma...
El día que te dé el ataque fatal,
yo te aseguro, que no sentirás nada.

Miguel Angel Vergara - 26-4-2011

lunes, 18 de abril de 2011

FIN

Fin

El violín violó la viola con insolente descuido,
y el violonchelo enojado emitió un grave invertido.
Los peces se desnudaron bailando a los pescadores,
que aplaudían timoratos por miedo alos tiburones.

Una nube largó el agua con entusiasmo indebido,
porque abajo estaba el mar y un barco medio vencido.
El sol salió en otro lado que no lo necesitaban,
y en un subsuelo antibombas de pronto se abrió la entrada.

El bosque se prendía fuego con los besos de una dama,
y desde Marte y Saturno caía vino y lo apagaba.
Todos estaban contentos y de alegría lloraban,
era mejor esta vida que la gloria de la nada.

Un día un hombre vestido de saco, corbata y gala,
apretó un botón gigante que hizo explotar la morada.
A ello siguió un silencio de espuma y resurrección,
de color celeste y blanco y todo se terminó.

Miguel Angel Vergara - 23-2-2011

jueves, 31 de marzo de 2011

A MANERA DE PROLOGO

A MANERA DE PROLOGO.
Quisiera convertir la realidad en sueños.
Terminar de estrujarme en razones adversas
que con lógica pura somatizan mis nervios.
Quisiera convertir mi corazón en piedra,
y la piedra en cerebro de intelecto-sensible.
Un cerebro precioso como luces eternas
de infinitos colores, poderío y presencia.
Un cerebro divino de materia sin dueño,
pero que es y está como la luz y el sueño.
Y así anular los cuerpos increíbles y horrendos,
que se enferman , se arrugan, se pudren, dan olor,
y al final se eliminan entre insectos o fuego,
dejando algún recuerdo estulto, amargo, ciego,
que sirve a la insensata y vil reproducción.
Eliminar las madres pariendo en sufrimiento.
Que el hombre venga al mundo como astros precoces,
que escapan como niños del cerebro mayor;
y jueguen a la vida por todo el universo,
probando montes, mares, sombras y luminarias,
por mundos ideales, incorporeos y plenos,
que floten con la música, los colores y versos.
Solo eso quiero.
Miguel A. Vergara 27-9-10