jueves, 20 de diciembre de 2007

Terrible es el olvido

TERRRIBLE ES EL OLVIDO.

Terrible es el olvido, más duro que la muerte.
Ingresar en la nada de conciencias queridas.
Disiparse en las mentes como el humo y la bruma,
Como palabras huecas de los libros sin vida.

Hasta los perros mueren custodiando la tumba
Del dueño generoso al que tanto querían.
Sin duda alguna sueñan que pronto volverán
Y jugarán de nuevo saltando de alegría.

¿Por qué el hombre que ama no cura las heridas?
¿Por qué hay hombres que matan despreciando la vida?
Mueren miles un día en algún atentado;
Millones en un año: de inmediato se olvidan.

Es la muerte que exige reservas en su espacio
De fantasmas que pueblan territorio infinito.
Hoy somos el presente y mañana el pasado,
Semillas de otras almas con el mismo destino.

¿Para qué celebrar el vigor del nacido,
Si a poco que caminen estarán relegados
Porque si es triste muertos, es más terrible vivos:
Estar vivos, presentes, y también olvidados.

MAV. 10-12-07.