lunes, 16 de mayo de 2011

EL ORIGEN

EL ORIGEN


Como la razón ha muerto, y ya no sustenta las acciones,
quisiera eliminar mis pensamientos y enmascarar mis hechos.
Convertir la realidad en sombras que pudiera ser o no ser,
aunque haya provenido de mí, sano y despierto
o de mi inconsciente nefasto mientras duermo.
Dejar lo hecho encerrado en un sector aparte del cerebro,
o en un jardín del fondo de la mente; como enfermos
dispuestos a curarse y ver lo cierto, la realidad más pura y evidente.
Entonces pedir a Dios nueva razón, nuevo cerebro, o instrumento,
que nos permita presentarnos al mundo, comprendiendo
todo y por qué lo absurdo de este tiempo.
Ir al principio, al origen, guiado por una luz universal y plena,
que ilumine la materia y la forma, lo abstracto y lo concreto,
lo esquivo y lo directo; la razón del bien y el mal,
de lo sano y lo enfermo, el amor y el odio, y todo aquello
tan contradictorio y confuso que nos lleva el tiempo breve de la vida,
sin lograr, pese ardoroso empeño, vivir la plenitud de la alegría.
Entonces, armado así, con grandiosos elementos,
arremeter con ellos hasta que no queden llantos ni misterios,
sino sólo gusto a miel, amor y llama fresca, abrigos suaves,
quietud, montañas y mares; juegos y trabajos divertidos,
cargados de salud, de cuerpos y almas, sin tiempos que cumplir,
vivir la calma de la serenidad eterna; sin siquiera saber que existe el miedo,
ni el dolor, ni pesares, ni lo feo.
Sé que es mucho Señor lo que aquí aspiro,
mas si decides analizar y juzgar tamaño ensueño,
te ruego, por piedad, que no te olvides
que Tú me diste la razón y los sentidos.



Miguel Angel Vergara, 7-5-2011.