jueves, 25 de abril de 2013

TARDE

TARDE


Si Tarde fuera mi amiga
y se acostara conmigo,
acariciarla querría,
tarde y sin ningún testigo.
Tarde con su piel más pura;
con todos sus dientes aunque
sean gastados y la lengua,
blanca de haberla pasado
por cualquier parte
del perro, el gato o el lastre
del barco que se larga tarde.
Tarde como ella, con sus finas manos
y sus uñas limpias y sus trinos tarde
que pronuncia ronca con su voz de sangre,
de la viva rata que comió a la tarde
y se pudre ahora
en su estomaguito de leche y de frutas.
¡Oh, Tarde querida!
¡Oh, Luz, Primavera de amor y de selva,
y gansos cansados de tanta tristeza!
Si fueras mi amiga, quisiera acostarme
Para oler tu carne y pasar la lengua
hasta que no sea lengua y sólo sea el aire
del ventilador de moderno enjambre
de mosquitas dulces y de mariposas
que cruzaron tarde por tus alas rosas
y tus dientes lisos de de tanto mostrarlos,
con tu aliento puro,
puro como el aire,
tan lleno de madre.
Te amo Tarde, te amo.
Pero no merezco
beber de tu sangre.

MAV.  12-11-12 

PERRO MANSO


PERRO MANSO

Dos hombres me decían “Perro manso”,
hasta que un día se me borró el color;
entonces me decían “perro” solo.
No me gustó y me los comí a los dos.

Estando así, sereno, sobre el pasto,
Vino una niña y me hizo una caricia.
¡A mí nadie me toca! –le grité, nefasto-
También me la comí y estaba  una delicia.

Con el último hueso me quedé dormido.
Dos o tres tiros sentí que me tiraron,
Al tiempo que los hombres se decían:
No había más remedio; “ perro malo”.

No es así como se cambian las ideas,
sin siquiera poder pedir perdón.
Si los hombres me hubieran observado,
se hubieran dado cuenta que yo no era un perro
 era un  león..

  Miguel Angel Vergara, 28-3-2013.