martes, 6 de mayo de 2014

MEDIOTARIOS

  
Nadie debe esperar más de sí mismo si no anda. Se espera lo que camina, lo que anda, lo que puede venir; pero no lo estanco, lo entumecido, lo inmóvil.
Yo, desde mi sillón medito. No sé dónde ir. Entiendo que se llega a metas y a un final de muerto, muerto ya sin vida, o muerto en vida, pero muerto.
Es que uno va y regresa. O cree que va hacia algo y anda en vano. Es un caminar sobre una rueda que gira en el mismo lugar, hasta que se para, aunque uno no quiera, y desaparece al fin de la escena.
No, pero no se puede decir eso de Bach, de Beethoven, Mozart, Miguel Ängel, Leonardo, Velásquez, Pasteur, Einstein, Goethe, Cervantes y tantos otros.
Lo que pasa es realmente que yo no ando conmigo mismo. Amo la música, pero no soy músico; siempre borroneando pintura y no soy pintor; escribo desde que era un niño, pero no soy escritor. Quiero a la naturaleza, pero no voy a ella; admiro a los otros, pero me alejo de la gente. Soy abogado y no ejerzo. Amo la vida y no vivo. Soy Secretario y…Soy Secretario.

 JUSTO

Nada más justo para definirme de lo que soy: Soy Secretario. Toda una definición. La más pura definición de la mediocridad.
Antes ejercí mi profesión de abogado, pero ejercer la Abogacía, es toda una personalidad, es una libertad, es una proclama, es un verdadero y completo ser.
Pero yo no podía ser abogado porque soy mediocre. y los mediocres estamos para ser secretarios.
Al fin y al cabo, si me hubiera dado cuenta antes, podría haber sido un buen secretario también de la pintura, de la música, de la literatura…del amor. Hasta, quizás hubiera obtenido premios, o hubiera publicado en editorial “Masfuerzo”, o expuesto en Galerías “Medionde”.
¡Secretario del amor! Tal vez lo sea, porque amo y se me caen las lágrimas de amor, pero nunca seré un líder de los sentimientos. Entonces podría ser secretario del amor con toda mi mediocridad resplandeciente. Cuando el amor se establece, se impone y domina, sabría acompañar y colaborar con el amor: reir o llorar para servir a ese amor; sufrir o gozar para que se ejerza ese amor; estar siempre pronto, alerta y predispuesto para que se tramite debidamente, se cumpla y se resuelva definitivamente el amor de los demás. ¡Secretario del amor! Todo un Título. Tiene gracia. Pero puede ser. Sí. Se puede ser Secretario de Amor.
Se puede ser secretario de la sociedad, también. Refrendar lo que otros hacen. Se pueden preparar proyectos, investigar cuestiones sociales, hasta ordenar ciertas cosas y hacer firmar a los demás. Y de ese modo se es nada menos que Secretario Social : S.S.-
Es que secretario es el término justo de lo mediocre. Es tan mediocre que por más que se empuje de arriba o de abajo, queda siempre en el medio. Un secretario que no sirve para nada, sigue siendo secretario, y un secretario que se destaca, tampoco pasa de ser secretario. (Claro! Por su cuenta!). Un halo grisado lo rodea siempre. Nada que resuene, nada que sobresalga. Ser un buen secretario y ser mediocre es una combinación ineludible. Si eres secretario, eres necesariamente mediocre, y, si eres mediocre, reunes las condiciones necesarias para ser secretario. Al punto tal que ambos términos se amalgaman y de secretario y mediocre, se termina en “Secrocre” o “Mediotario”.  Yo elijo este último término porque resulta más sonoro (cuidado: No son-oro) y acorde. Un Mediotario, sería más o menos así:



La imagen, revela que un Mediotario puede ser alto o bajo, pero preferentemente debe ser compensado. Por ejemplo: Alto, pero gordo; bajo, pero morrudo; o si no, todo mediano: medio de estatura, de peso, de color, de viveza, de alegría, de tristeza. Medio en todo. Un secretario muy elegante no funciona; tampoco creo que dure. Unicamente que sea compensado, por ejemplo: Un secretario elegante pero tremendamente estúpido. La cuestión es ser compensado: Se puede ser muy inteligente, pero timorato e indeciso. Se puede ser muy rápido pero cometer muchos errores; vivo y despierto, pero descaminado e incierto. Se puede hasta ser útil, pero siempre que lo sea a favor de un inútil. Se puede ver por un ojo, pero no por los dos. Oir por un oído. Sentir por las aurículas, pero no con todo el corazón. Se puede hasta desobedecer, pero estar siempre, o no estar siempre, pero ser muy obediente. Se puede querer ser puro, pero nunca del todo, sentirá hablar de lo impuro pero nunca decirlo. Puede hablar, pero a media boca.
Un verdadero Mediotario no debe exaltarse nunca; solo expresar suavemente, alguna idea. Y si otro se exalta, callar. O, a lo sumo, injertar con delicadeza, el estúpido don de la templanza. Un Mediotario puede escribir una buena pieza jurídica, literaria o poética, pero jamás atribuírsela si no se la atribuyen. Además debe archivarla, recordarla para otros casos y mutis por el foro. Un Mediotario debe aparecer y desaparecer a tiempo; tener casa, pero vulgar; auto, pero viejo; penas, pero comunes. Puede estar nervioso pero no tener estrés; puede estar alegre, pero solo cuando los otros están alegres, porque, de lo contrario, es mal mirado. Puede vivir, pero a medias, porque un Mediotario es eso: media vida en todo. Es conseguir el equilibrio perfecto, el punto medio que hace pacíficas todas las cosas. Nunca irse a los extremos porque ello trae exageraciones, exabruptos, discusiones, peleas y hasta guerras
Un Mediotario, al final, es el “Homo summun”.  Es lo justo, lo ético, lo bueno, lo equilibrado, lo exacto. Al fin y al cabo un Mediotario, es lo mejor. Todos debiéramos ser  Mediotarios y el Mundo andaría mejor, sin tantas guerras, guerrillas, e imposición violenta de voluntades. Cada Mediotario sería medio-rico, medio-pobre, medio-culto, medio-servicial, medio-mandatario,  medio-esposo, medio-padre, medio-hijo…medio en todo. Entonces, los otros Mediotarios con los que vive, no tendrían envidia, ni deseos de ser lo que es el otro, ni ganas de arrebatarle el poder o los bienes.
Pero, abandonemos ya estas reflexiones, porque se  contradicen con todo el contexto: Pido perdón. Nunca quise ser el creador de los Mediotarios, ni de un neocomunismo basado en la mediocridad absoluta. Tal carácter no me corresponde, porque de alguna manera, sería superior a los demás. Dejaría de ser Mediotario y lo más probable es que me califiquen de medio-imbécil, lo cual ya es todo un título de nobleza.
Aunque, en el fondo, dan ganas de buscarle la vuelta, de desprenderse de tanta mediocridad y, por lo bajo, pero bien alto, gritar muy fuerte:

                                ¡¡¡ VIVAN LOS MEDIOTARIOS!!!


Debo reconocer que esta idea “Mediotárica”, proviene de la meditación sobre la primera cuarteta del “Poema de los Dones” de Jorge Luis Borges, donde dice:
                “Nadie rebaje a lágrima o reproche
                  esta declaración de la maestría
                  de Dios, que con magnífica ironía
                   me dio a la vez los libros y la noche”.
Perder la vista es cercenar la mitad de un poeta, de un escritor, de un hombre. A dónde hubiera llegado nuestro querido Borges, si Dios le hubiera dado a la vez los libros y la vista!!!!                          
                              MAV.     Miguel Angel Vergara  16-3-86 / 30-3-2014.

                                      (La ilustración es obra del autor del texto)

viernes, 4 de abril de 2014

SI NO QUIERES LLORAR

          SI NO QUIERES LLORAR

Si no quieres llorar, no digas llanto.
Si no quieres reir, no digas río.
Pero si tienes tedio ven al campo:
Sembraremos poemas compartidos.

Los dos juntos veremos como crecen
verso a verso las risas y los llantos,
y al final juzgaremos si merecen
lanzarlos a jugar en el espacio.

Verás como el hastío que te domina,
poco a poco de Ti se irá alejando,
porque crear un poema es dar vida
cuando con él se sabe decir algo.

Ponle canto, mujer, medida y rima,
aunque tardes nueve meses, con dolor.
Solo Dios hizo el mundo en siete días;
considérate de El solo una flor.


          MAV. Miguel Angel Vergara, 27-8-2013.

LA NIEBLA.

LA NIEBLA.        

                           “Yo me confieso del linaje de esos
                              que de lo oscuro hacia lo claro aspiran”
                                         JohanWolfang GOETHE
             I
Cuidado! No pretendas
ser estrella ni sol en la niebla.
¡No ilumines, no ilumines! Aguarda
los esfuerzos y los tropezones
infalibles en vidas soñadas.
Todo está grisado, todo está confuso,
la tierra se mueve y el hombre se hizo sombra.
Sombra, sombras, cada vez más sombras
que buscan senderos donde puedan ver.
Ver, saber y ser. Ser alguien, ser algo,
para trascender.
Son muchas las sombras, pocos los senderos.
Todos pretenciosos por llegar primero.
Mientras, en la niebla, se oculta la muerte,
que se lleva sombras indiscriminadas,
sin saber si ascienden a solemne estrado,
o se hunden en la tierra de extintivo lodo,
o de cualquier modo, se pudren en nada.
              II
Yo también soy sombra en la niebla y quiero
aprender a ver, saber y vivir.
Andar mi camino en plano ascendente
aunque sea escarpado y deba sufrir.
Primero quisiera saber quién soy yo;
¿Qué hago aquí en La Tierra pensando en mi mismo?
¿Por qué no la atrapo y me como una cebra,
y aullando a la luna fecundo a mi hembra?
Pero no.
La inquietud del hombre revela su estirpe,
que es única, nueva, singular, suprema.
Quiere ver a Dios, a su Creador, de cualquier manera,
sea hombre, mujer, sea materia o forma,
armonía o caos, o todo a la vez.
Y saber qué viene después de la muerte;
si el alma regresa, o hay nueva alborada,
o es que, fatalmente, no seremos nada.
            III
Cualquiera diría: No pierdas el tiempo,
somos animales de pie y con más seso,
lo dijo Aristóteles del hombre, hace mucho,
y agregó: “sociales”, porque estamos juntos.
Yo digo: más vale, no perdamos tiempo.
La ciencia descubre cada día un arreglo.
La gente que sufre ruega vida en templos,
hospitales, suelos y aires más puros,
porque quiere vida : La vida no es sueño,
es un hacer todo para ser eternos.
Dominar las bestias, pasear firmamentos,
ver el infinito, manejar el tiempo,
el espacio, mundos, todo el universo.
El que dijo un día que es imposible
superar el viento, la maldad, la angustia,
no previó que el hombre superara el suelo,
volara al vacío y volviera luego.
¿Un hombre, más hombre, superior a todos?
No. Un hombre que vio lo que otros no vieron.
Aclaremos: Nada de acoger ideas.
Ni Platón, ni Kant, Schopenhauer, Nietzsche…
Es la realidad del hombre que avanza,
quitando, apartando su animal y todo lo que lo detenga.
Simplemente el hombre, señor de la tierra.
Simplemente Tú, Yo, Nosotros: Las Sombras,
que somos capaces de quitar la niebla,
y no ser más sombras, ser hombres de veras.

MAV. Miguel Angel Vergara – 27-11-13.


miércoles, 9 de octubre de 2013

SI LOS SUPERHOMBRES

 SI LOS SUPERHOMBRES

Si los superhombres que inspirara Nietzsche:
Hitler, Mussolini, Franco, Mao, Fidel…
desaparecieron  sin penas ni gloria.
Si un hombre turbado comanda la historia
al par de mujeres que repudian serlo
y luchan porque quieren ser hombres también,
¿Qué van a esperar los millones de almas
que enfermos esculpen su degradación?                                                                                                                                                                                                                                        
Son los nuevos tiempos sin cursos  sagrados.
Las computadoras  señalan el rumbo
sembrando ilusiones sobre nubes de humo:
Superman ha vuelto, también “El Guazón”;
volvió Buenos Aires sin tango, con rock;
Córdoba, La Docta, sin “Jardín Florido”,
Rosario sin puerto embarcando trigo…
en la triste tesis de la globalización.

Esos pobres hombres que llenan el mundo,
mirarán perplejos el sol y la luna,
estrellas lejanas  y luces extrañas que el hombre creó,
arrastrando el alma, respirando nieblas
de gases infectos por la polución.

Entonces quebrados de dolor y llanto,
mirarán al cielo y por más que busquen,
no verán a Dios.
Tampoco una mano y una voz que diga:
Disfruten, disfruten todos los sentidos
tan solo no coman del árbol prohibido.


MAV. Miguel Angel Vergara  -1° - X –.2013

ZUMBA QUE ZUMBA EL ZUMBIDO

ZUMBA QUE ZUMBA EL ZUMBIDO

Zumba que zumba el zumbido
desde mi primer vagido
que emití al nacer, transido
porque me dieron un chirlo
para ver si estaba vivo.
Desde entonces zumba que zumba el zumbido.
Lo oigo despierto, lo oigo dormido,
se me ha hecho carne, se me ha hecho ruido.
Ruido vulgar de los que violan  lo que es debido,
sin superarse con los sonidos
buscando en libros de otros que han sido
víctimas santas o pervertidos
que lo han escrito y se han lucido
o han sucumbido atravesados por los zumbidos,
solos, cohibidos, desprestigiados por los sonidos
bien aprendidos que, combinados, música han sido.
Los que como ovejas los han seguido,
con los sonidos más inquietantes, más encendidos,
tristes o alegres, locos, fundidos, híbridos, idos,
soñando sueños como gruñidos,
que al fin dan miedo como gemidos,
que no perduran y en el olvido
han terminado perjudicando a los oídos
de los que escuchan y han aprendido,
a interpretar bien los sonidos
para el placer de los sentidos.
Yo estoy por eso muy dolorido, casi abatido,
por los bramidos que, sin sentido
zumban que zumban en mis oidos,
como este poema que ya me tiene harto y perdido,
al punto tal que lo termino, o me liquido,
aunque me zumbe, después de muerto, cual silbo herido.


MAV. Miguel Arc Vergara   -  27-2-2013