jueves, 16 de agosto de 2007

Poesías

TRES TOMAS

Mira los hechos y verás un río
de aguas caudalosas y agitadas
que hablan de todo y no resuelven nada,
que son pura ilusión y desvarío.
Escudriña en el fondo de los temas
tratando de obtener significado;
examina la vida con cuidado,
la muerte, la virtud, la luz las penas;
la lluvia embravecida o silenciosa;
la gota de la lluvia y el amor,
el duelo, el sacrificio y el dolor,
el sol y la fragancia de las rosas.
Observa a las mujeres más hermosas,
al genio, al rico, al pobre, al despreciable.
Y piensa, piensa con cuidado
en la armonía astral del universo,
en el canto que surge de los versos
y en el sueño de los enamorados.
Y nada tiene fin, nada sentido.
Es una retahíla de accidentes,
entre los cuales viene y va la gente
sin saber el por qué de tal destino.

Yo no.
¡Qué me voy a poner a pensar todo eso!
Prefiero arrastrarme por comer melones,
robados al dueño del campo.
Y si éste me tira una perdigonada,
según dónde me pegue
me expreso a los gritos,
largo lo que me viene en ganas,
bien de adentro,
o me voy
a mi casa
a dormir.
Mañana se verá qué pasa.
No es lo mismo hoy que lo fue ayer.
No es lo mismo Amanda que Raquel



Amanda,
de baja profundidad vaginal.
Ella buscaba solucionar su regla
porque su psicoanalista la acosaba.
¡Ay Amanda!
¡Qué suerte!
¡Susto!
Ilusiones, gatos peces y recelos
por parir dos veces
en el mismo troje;
a caballo del sur
que necesita gente.
No sabía por qué,
pero había oido.
Tal vez así
se fabricarían más autos y aviones
y sus generaciones futuras,
bien genéticas,
parirían en el vacío.

Raquel, en cambio,
siembra y cosecha resentimientos salvajes,
porque vino el colonizador
y ella le dio de beber de sus pechos
cargados de leche de América.
(Y ahora está arrepentida).
Raquel,
huele a remedio inglés
y su sangre,
que es sangre mixturada,
espera la revancha con los hinchas,
con las manos cargadas de cadenas,
y el cuello que revienta de los versos
de Martí, de Alfonsina,
de Darío y Soledad Rutera.
Esto no merece genital alguno,
pero el planeta sí.
¡Un gran genital que lo gobierne a palos
en democracia plena!
Total el azul no es la luz
y si discutimos un poco,
al final la luz no es nada.

Amanda y Raquel:
una verdadera cachetada.

MAV. 2000.



La Verdad

*

“No hay que mentir” –decía mi maestra-
“al que miente le crece la nariz”.
Una dulce mentira su advertencia,
que mintiendo enseñaba a no mentir.

Acaso la verdad es una treta,
o un juego de color o de matiz:
por un lado te aperciben que no mientas
y por otro te enseñan a mentir.

Además hay que tener en cuenta
que la verdad es un riesgo a discernir:
si la dices te cortan la cabeza
y si mientes te crece la nariz.

Compleja realidad y consecuencia
que aprendemos de entrada en el redil:
la mentira inicial de la maestra
es el escepticismo de raiz.

MAV 04-1997



VERBI GRATIA

Sospecho:
Soy el sueño de un preso
a quien la vida condenó a perpetua.
Soy una triquiñuela del silencio.

Pienso:
Alimento mis sienes
con la grasa brillosa de lo estéril.
Soy la jungla rodeada de melindres.

Confieso:
Soy depósito de humo
en sentido proclive hacia la queja.
Soy el símbolo cruel de lo importuno.

Sostengo:
Soy la humedad futura
que aspira liquidarse tenuamente.
La límpida fluidez de la locura.

Resuelvo:
Soy la sal de mi desierto;
la forma cristalina de lo inerte.
Estoy definitivamente muerto.

MAV. …1998.


(*) Cuadro: El Secreto, Miguel Ángel Vergara.

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