SIEMPRE HONRADO
Siempre
honrado, recto y justiciero,
fui en
mi vida, pero nunca,
ni por
casualidad, salí primero.
Apenas
entreverado con los buenos,
me
programaron para ser mediocre.
No me
quejo. Pude ver lo excelso,
ser
amigo de cobardes y valientes,
observar
cómo se crian los pobres,
estar
con ellos sin sentirme diferente.
Con los
ricos jugar y comprenderlos.
Y
aprendí que para distinguirse como bueno,
es
necesario entreverarse con los malos.
De lo
contrario te distinguen como lelo.
Aprendí
mucho de todo, pero se hizo tarde.
Quizá
me vaya a predicar al Cielo,
como
Cristo en una cruz clavado
con una
aureola de espinas coronado.
Miguel Angel Vergara 24 – 5 - 2013
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