POR
QUE TE DEJE IR?
Tonta,
tonta, tonta, pese a mi empeño,
desapareciste
sin saber quién era yo.
Y ahora
un reto recibo del espejo:
“Tú la
dejaste ir, viejo travieso!
Tú
debiste seguirla, vivo o muerto,
y ahora
estás envuelto en pergamino;
asesino
del amor, galápago pesado
queriendo
perseguirla en el cemento.
No va
más, no va más, ¡Viejo, viejo!
Me
volví de mi cueva y me miré otra vez,
Y
detrás de mi rostro, vi tus ojos,
que me
llamaban con desesperación,
añejos,
con el magma humedecido del espejo,
porque
estabas detrás, con mi lamento,
comiendo
con las manos el recuerdo.
MAV. Miguel Angel Vergara, 14-7-2013.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario